SAL METÁLICA – MUSEO PATIO HERRERIANO | BELÉN RODRÍGUEZ

Galería de Arte Contemporáneo en Sevilla. Exposiciones de Arte contemporáneo en Sevilla.
Belén Rodríguez  “Sal Metálica”.
Del 11 de febrero de 2023 al 4 de junio de 2023.
Lugar: La Capilla del Museo Patio Herreriano, en Valladolid.

“Sal metálica” es el título de la exposición que Belén Rodríguez ha concebido en respuesta a la propuesta del Museo Patio Herreriano de activar la Capilla y la Sala 9 del museo, un trabajo, por tanto, específico en el que la artista da un paso más en su investigación sobre el color como elemento constitutivo de la pintura y sobre los límites de la propia pintura. El espacio del museo, en especial el de la Capilla, se entiende aquí como una extensión de lo pictórico, un lugar en el que el enorme reto de la escala es abordado a partir de la precisa asunción de la proporción y del carácter narrativo que lo define. Belén Rodríguez concibe el lugar como un territorio, un paisaje que transitamos, vestidos con los atuendos que ella misma ha diseñado. La superficie de la tela evoca un material pétreo, marmóreo, y el conjunto confirma el carácter escenográfico que ya apuntaban muchos de sus trabajos anteriores, si bien ahora enfatiza la naturaleza “habitable” de la obra, la inducción a la experiencia en el que la pintura, más que mirarse, se vive y donde el lugar se transforma, dúctil y dinámico, siempre diferente tras nuestro paso.

La sal metálica a la que hace referencia el título de la exposición es el elemento que hace posible que el color se constituya como tal. Es la conductora del pigmento hacia un estado que permita hacerlo perceptible al ojo humano. Podríamos decir, tal vez desde una aproximación algo laxa, que torna la condición etérea de la luz en potencial materia cromática. Las obras que vemos en la sala 9 están compuestas de tejidos que tienen una relación ambivalente con sus soportes, y, en sus diferentes diálogos, o en las diversas formas en que tejido y soporte se relacionan, se formaliza el tránsito. Belén Rodríguez no oculta las fuentes y los estímulos que alientan su interés, a saber, un cogollo de lombarda, el otoño en los bosques de Cantabria, la piel de un aguacate, la fría textura del mármol… A partir de un minucioso proceso conceptual, la percepción de las diferentes tonalidades toma forma. De un lado, se hace eco de los ritmos internos de la naturaleza, y de otro, constata que el color se hace visible solo desde impresiones de corte subjetivo que difícilmente pueden adscribirse a estándares normativos. En cualquier caso, su exhaustivo análisis tiene una conclusión inapelable: el color goza de una vigorosa e inalienable autonomía.
Javier Hontoria