Jorge Yeregui. Inventario

Inventario. Jorge Yeregui. 09.10.15_12.12.15

En el prólogo de su “Atlas”, Michel Serres invita a trazar mapas solo de aque­llo que no se puede concebir de otra manera, aquello que no responde a una Ley y cuyo devenir resulta impredecible. Solo en aquellas situaciones donde se trata de la pura existencia, y no de la razón, merece la pena el esfuerzo de cartografiar.

Inventario, exposición individual de Jorge Yeregui en la galería Alarcón Criado, forma parte de un amplio proyecto de investigación sobre la repre­sentación del territorio y la construcción del paisaje. La propuesta toma como campo de reflexión un conjunto de lugares cuya apariencia se borró durante el boom inmobiliario y cuya nueva presencia no se terminó de cons­truir. Grandes superficies desprovistas de una imagen consensuada, y cuya existencia ha quedado fuertemente grabada en el imaginario colectivo, sirven para reflexionar sobre la idea de paisaje, sobre el espacio que se sitúa entre lo que podemos ver y lo que conocemos de un lugar.

Alternando ejercicios de rastreo y recolección, la propuesta trata de reconocer el lugar, de desvelarlo. Diferentes procesos cuya ejecución resulta relevan­te en si misma, y cuya experiencia se acumula en el cuerpo del proyecto, pretenden recuperar al genius loci, que huyó cuando entraron las máquinas excavadoras.

La muestra se estructura en torno a la obra Inventario, una acción-instala­ción que se desarrolla a lo largo del periodo expositivo y que le da título.

Se inicia unos meses antes, mediante la recolección de separadores de hor­migón abandonados en un solar. De la misma forma que las espigadoras rastrean el terreno tras la cosecha, se establecen unos recorridos por zonas para detectar todos y cada uno de los separadores presentes. Estos se trasladan y se depositan en la galería, integrados en la exposición a modo de objet trouvé.

Transcurridos unos días, se inicia el proceso de registro de cada uno de estos objetos de forma individual, cuya imagen singularizada se coloca en la pared construyendo una creciente retícula de fotografías. Los separadores se retiran como objeto y se sustituyen por sus imágenes, que se integran en la exposición estableciendo un nuevo diálogo.

Finalmente, la retícula se desmonta y las fotografías se compilan en las pá­ginas de un enorme volumen, un documento que aglutina la representación pormenorizada del objeto inicial.

Notas para un levantamiento introduce un nuevo ejercicio de representa­ción mediante dibujos de CAD. La planimetría que inicia un proyecto urba­nístico determina la configuración espacial del lugar. Establece la distribu­ción y el trazado, organiza la relación entre los diferentes elementos y fija la presencia de hitos o referencias, configurando su aspecto y estructura final. La irrupción de lo imprevisible, o al menos de lo inesperado, hace que estos mapas queden obsoletos y sea necesario el levantamiento de una nueva cartografía, que se inicia con estas notas.

Frente a la idea de acumulación que se desarrolla en las obras anteriores, la noción de sobreproducción que sobrevuela el conjunto del proyecto y la per­cepción de un tiempo pétreo queda ilustrada con la pieza de video Palé: un palet vacío abandonado que actúa como contra­punto y cierre dentro de la exposición.