CORPUS. Notas sobre escultura, movimiento y performatividad
23.05.2025 > 31.07.2025
«En los productos de deshecho [los niños] reconocen el rostro que el mundo de las cosas les vuelve precisamente a ellos, a ellos solos. En ellos no tanto reproducen las obras de los adultos como, mediante lo que ellos confeccionan en el juego, ponen unos junto a otros, en una nueva, veleidosa relación, materiales de muy diversa índole».
— Walter Benjamin
El cuerpo, ya sea escultórico, biológico o conceptual, no nace para permanecer inmóvil. En tanto que cuerpo, ha de relacionarse con otros cuerpos. Del mismo modo, la imagen —entendida como cuerpo visible, pero también como resultado de la imaginación y del ejercicio teórico— opera siempre de manera performativa y relacional. Pensemos, por ejemplo, en la imaginería y el uso performativo de lo que llamamos «las imágenes», que en este contexto hace referencia al arte de tallar o pintar imágenes sagradas en el ámbito católico. Se trata de imágenes hechas para ser puestas en circulación y para hacernos a nosotros circular alrededor suya. Esto suscita una primera pregunta: ¿qué ocurre cuando una imagen insiste en moverse? Esta cuestión, surgida en diálogo con el contexto donde se inserta esta galería —la muestra se inaugura durante las Cruces de Mayo en Sevilla—, pone en funcionamiento tanto las obras de los artistas invitados como nuestra propia situación, quizás más cercana a la de actores en un espacio teatral que a la de meros espectadores.
La exposición explora la tensión inherente entre lo escultórico como forma estable y su deriva hacia la acción, el tránsito y la performatividad. Lo que aquí se propone no es tanto una clasificación taxonómica, sino una revisitación del dilema clásico entre reposo y movimiento: una composición de cuerpos en el espacio a partir de una serie de notas, entendidas como apuntes abiertos al diálogo sensorial, perceptivo o incluso musical. Para ello, la muestra convoca a un grupo diverso de artistas cuyas prácticas, lejos de perseguir una unidad formal o temática, comparten una sensibilidad hacia lo poroso, lo transitorio y lo desplazado. Se trata de prácticas artísticas que resaltan la centralidad del cuerpo en todas sus posibles acepciones, que entienden los materiales como formas activas de pensamiento, que cuestionan sistemáticamente las categorías tradicionales de objeto, instalación, acción o documento, y que revelan cómo lo escultórico y lo somático pueden contener movimiento incluso en su reposo aparente. En lugar de reivindicar lo escultórico como volumen cerrado o presencia monumental, se despliegan aquí formas inestables: presencias móviles, rastros efímeros, máscaras, tejidos, coreografías de objetos y palabras que activan los espacios de la galería. No existe aquí un núcleo ni una secuencia evolutiva, sino una constelación de prácticas atravesadas por el deseo de pensar la imagen desde su capacidad para transformarse, afectarse y afectarnos.
El proyecto se articula en torno a tres ejes conceptuales —no entendidos como compartimentos aislados, sino como perspectivas de lectura entrelazadas y complementarias— que permiten aproximarse a las obras desde múltiples ángulos: Tránsitos, imaginería popular; Espigadoras, galerías; y Teatros ambulantes, tránsitos. Como un gesto de cierre performativo o a modo de epílogo, se ha propuesto la intervención del patio de la galería. Esto se realiza como retribución simbólica por el ofrecimiento del espacio desde el principio de este proyecto no como una galería cerrada, sino como un solar en construcción en el que la imaginación colectiva permita erigir nuevas formas de habitar la ciudad desde lo común. Por último, a lo largo del periodo expositivo, se llevarán a cabo una serie de activaciones que ampliarán el alcance de la muestra y las temáticas exploradas.
Enrique Fuenteblanca
Pedro G. Romero, Mercedes Pimiento, Alegría y Piñero
El primer eje, Tránsitos, imaginería popular, plantea una entrada a lo escultórico desde la circulación ritual o política de las imágenes. La imagen deja de ser algo meramente estático para convertirse en aquello que circula, que transita, que es tocado y moviliza los cuerpos que la rodean. Se abordan formas de producción simbólica ligadas a lo popular, lo sagrado, lo festivo y lo político: imágenes que van de lo procesional a lo carnavalesco pasando por lo maquínico en sus diferentes acepciones, y que subrayan que imaginar no consiste únicamente en producir formas, sino también en ponerlas en movimiento y en que estas nos muevan a nosotros.
Pepa Rubio, Cristina Mejías, Julia Valencia
El segundo eje, Galerías, espigadoras, propone una serie de obras relacionadas con el montaje, la recolección y la función utilitaria. El gesto de espigar —recolectar lo descartado por otros—, que Agnès Varda exploró cinematográficamente, emerge aquí como estrategia artística y política. Las obras reunidas se presentan como montajes abiertos, resistentes a toda clausura formal, articulando desde materiales naturales hasta residuos industriales, desde gestos mínimos hasta arquitecturas efímeras. En este marco, la galería se transforma: deja de ser un contenedor neutro para devenir espacio atravesado por memorias materiales, afectos residuales y potencias de reapropiación, semejante a su sentido previo de mercado ambulante o pasaje urbano donde se negocia continuamente entre lo singular y lo colectivo, entre el arte y la vida cotidiana.
Miguel Benlloch, Anita de la Cuadra, Nacho Criado
El tercer eje, Teatros ambulantes, tránsitos, cierra este ciclo abordando lo corpóreo desde su dimensión teatral, grotesca e inestable como otra forma de deambular. Retomando un viejo malentendido etimológico —la confusión entre «escena» y «obsceno» propuesta ya por Varrón—, se pone en evidencia que existe una relación escondida entre lo obsceno y lo que se revela en el espacio escénico: lo cómico como aquello que se excluye de lo cotidiano visible y que esconde un sentido filosófico profundo. Las máscaras y ropajes no funcionan aquí como formas de ocultamiento, sino como dispositivos de revelación invertida. Los cuerpos se presentan simultáneamente como superficies de inscripción y territorios en disputa. Lo escultórico se contamina de lo performativo y lo teatral, desestabilizando el orden político de la polis e introduciendo espacios para la imaginación, la ilusión y la celebración carnavalesca.
Elena Coca
El epílogo Solar en obras propone una reflexión abierta sobre la multiplicidad semántica del término «obra», cercana a la noción de «obra abierta» desarrollada por Umberto Eco. La exposición nos invita a reconsiderar los límites ontológicos de lo artístico y las formas en que interactuamos con ello. La polisemia de la palabra alemana Werk, o la inglesa work (obra/trabajo) revela una tensión entre imagen, técnica y poética, sugiriendo la galería misma como espacio «en obras», es decir, un lugar en construcción permanente.
Esta idea dialoga estrechamente con la cosmotécnica heideggeriana y con el fragmento «Solar en obras», de Walter Benjamin, donde señala cómo los niños articulan nuevas relaciones poéticas entre materiales desechados al despojarlos de la función por al que fueron construidos. Este montaje creativo alrededor del despojo describe una metáfora esencial del trabajo artístico desplegado en esta muestra: abierto, procesual y profundamente situado.
La galería deja así de ser mero contenedor y se convierte en un solar, en una posibilidad abierta a la imaginación colectiva, al proceso permanente y a lo todavía por nombrar.
Especial agradecimiento a Archivo Miguel Benlloch, Chema Blanco, Isabel Bonilla, Legado Nacho Criado, Formato Cómodo, Familia Miguel Benlloch, Ana Gandía Casasnovas, Garde Films, Isaías Griñolo, Cristina Hergueta, Manuel López Serrato, Leila Mohamed, Antonio Molina Flores, Jaime Quintero, Juan F. Rivero, Felisa Romero, The RYDER Projects, pie.fmc, Wu Tsang, Transportes Moyano, Joaquín Vázquez, Mar Villaespesa, Daniel Villar-Onrubia
Mención especial a BNV Producciones
Con obras de Miguel Benlloch, Elena Coca Porras, Nacho Criado, Anita de la Cuadra, Cristina Mejías, Alegría y Piñero, Mercedes Pimiento, Pedro G. Romero, Pepa Rubio, Julia Valencia